Los planetas tienen un continuo movimiento alrededor del Sol, y esto se conoce como tránsitos planetarios, y cada uno lo hace a una velocidad distinta, por eso, cada día, en nuestro planeta, se puede observar una configuración completamente distinta de las posiciones de los mismos con respecto del Sol, y esto es lo que se conoce como tránsitos planetarios. Y este tránsito a su vez lo que lleva a los profesionales del tarot es a poder realizar un cálculo de la carta astral de cada persona, dependiendo de la hora y fecha de nacimiento, había una configuración concreta y única de los Planetas.
La comparación de las posiciones de los planetas con respecto a los diferentes momentos de nuestra vida, con nuestra propia carta astral se denomina tránsitos planetarios, y puesto que se conocen las trayectorias de dichos planetas se puede conocer su posición exacta en un momento futuro o pasado determinado, por lo que se puede hacer una interpretación de cualquier momento pasado, presente o futuro.
Qué son los tránsitos planetarios
En el horóscopo de tránsitos trata de mostrar la posición relativa de los planetas en un momento determinado con respecto a la posición en la que se encontraban en el momento del nacimiento de la persona estudiada.
Serán de menor importancia los tránsitos planetarios mostrados por el Sol, la Luna, Mercurio y Venus, porque son periodos de duración más cortos, en el caso de la Luna de tan solo unas horas que es lo que tarda en dar una vuelta a la Tierra.
Si ya miramos a partir de Marte se puede comprobar que al tener un periodo de revolución más largo los efectos en las casas se pueden hacer de notar durante más meses, e incluso si miramos el caso de Júpiter, el periodo puede durar incluso más de un año.
Júpiter presenta un periodo de rotación alrededor del Sol de 12 años y Saturno aún mayor, de 29 años, Urano tarda 84 años en dar una vuelta completa y Neptuno llega hasta los 168 años. Estos tránsitos planetarios más lentos son los que al final marcan los periodos críticos, lo que se traduce en épocas clave tanto de aprendizaje, como de crisis o ruptura con algo establecido. Una crisis no tiene porque suponer algo malo, tan solo quiere decir que supone un cambio, puede que a mejor o a peor, incluso no ha de ser traumática.
