En la actualidad muchas personas acuden a todo tipo de videntes y magos para que puedan echar un vistazo a todo lo que está por venir en su vida. Algunas personas, incluso cristianas, recurren a este tipo de prácticas ya que Dios no siempre está dispuesto a echarnos una mano en el momento en el que más lo necesitamos.
Es por ello por lo que elegimos a una vidente que nos pueda dar la confianza que necesitamos para que realmente nos pueda llegar a adivinar el futuro.
Sin embargo… ¿Es realmente posible?
Opiniones enfrentadas (adivinar el futuro)
Se ha dado el caso de que, incluso hasta en personas muy conocidas, se han presentado ante los ojos de una vidente y les han hecho predicciones asombrosas. Aunque en un primer momento se han sentido un poco escépticos, lo cierto es que al final, ante su asombro, se han terminado haciendo realidad.
Pero también se ha dado el caso contrario: personas muy creyentes que memorizaban cada palabra de la vidente y que luego no se ha cumplido ni una palabra de lo que han dicho.
Es por ello por lo que no se puede afirmar realmente si son un engaño o si, por el contrario, es algo que sea fiable.
La paradoja de predecir el futuro
Vamos a suponer que tenemos una máquina del tiempo en la que podemos echar un vistazo a lo que pasará en un momento del tiempo, por ejemplo, mañana. Cuando lo hacemos nos damos cuenta de que un camión enorme nos atropellará si salimos a la calle.
Es entonces cuando optaremos por la opción más obvia: si no salimos a la calle, no nos atropellará el camión.
Entonces nos quedamos encerrados en casa todo el día y no ocurre nada.
Ahora bien… ¿La máquina ha funcionado o no lo ha hecho? Realmente no lo ha hecho porque, para nuestro alivio, la predicción no se ha cumplido.
Esto es algo similar a lo que ocurre con una vidente cuanto trata de adivinar el futuro. Se piensa que el ser humano tiene libre albedrío para poder elegir su destino.
Es por ello por lo que cuando nos dicen que algo va a pasar y no nos gusta, lo podemos cambiar. De esta manera, aunque la vidente realmente nos haya salvado la vida, jamás lo podremos llegar a saber.
Cuestiones intrincadas que se nos pasan por la mente.