El amor es un ámbito muy importante para cualquier tipo de persona. Se llega a un punto que algunos de nosotros no podemos vivir sin estar junto a quien amamos… de hecho, en el momento en el que lo perdemos nos encargamos de buscar a alguien que sea capaz de ocupar su lugar.
Hay algunas maneras de conseguir equilibrar la suerte a nuestro favor: como, por ejemplo, con los llamados amarres.
Se utilizan desde hace mucho tiempo teniendo una efectividad muy relativa. Mientras que algunos aseguran que no funciona, que es un timo, otros dicen que los utilizan de forma habitual con unos resultados muy buenos.
¿Qué son y cómo funcionan los amarres?
Podemos definir los amarres como un conjunto de pasos que podemos seguir para intentar conseguir una segunda oportunidad en el ámbito del amor. Existen conjuros de muchos tipos: tanto para poder recuperar a un amor que hemos perdido, para ayudar a olvidarle y conseguir que entre un nuevo amor en nuestras vidas, para prevenir las infidelidades…
Normalmente trabajan a partir de la magia blanca: es decir, la magia buena. Con esto te queremos decir que los amarres no van a retener a nadie contra su voluntad. Si un hombre o mujer no está enamorado de ti y su destino no es estarlo, por mucha magia blanca que utilices, jamás lo vas a conseguir.
Ahora bien, existen otros “amarres” que se nutren de la magia negra para poder conseguir tus objetivos a toda costa. Nosotros no te recomendamos utilizarlos porque existe una fuerza en el mundo que hará que todo el mal que infrinjas se te devolverá a ti multiplicado varias veces… además, seguro que no quieres tener a nadie retenido a su voluntad durante mucho tiempo, al final terminarías entrando en razón.
Materiales más utilizados en los amarres
Hay algunos materiales que se suelen utilizar de forma repetida en estos rituales; eso si, asegúrate de que sean de la máxima calidad posible. Si no tienen mucha calidad puede que el amarre no llegue a tener ningún efecto.
Por una parte tenemos las velas de diferentes colores en base a lo que queremos conseguir, luego los aceites para limpiar y proteger, las cintas de seda para sellar el hechizo, harinas, mieles, azucares, jarabes, agua mineral, leche, hierbas silvestres.
Cada amarre tiene su forma especial de llevarse a cabo… eso si, sigue al pie de la letra todos los pasos para conseguir el efecto deseado.